07 diciembre 2012

Boardwalk Empire Season 3. Nucky luchando con arenas movedizas.

Escrito por | El 07 diciembre 2012 | 0 comentarios

Al final de la temporada pasada Nucky (Steve Buscemi) dio un paso fundamental en el desarrollo del personaje. Al acabar él mismo con Jimmy demostraba, delante de todos, que tenia el valor para hacer algo que muchas veces sus socios habían puesto en duda, convertirse en un autentico gangster. No sólo en el hombre que paseaba por la calle saludando a todos con una sonrisa en la cara y luego ordenaba que otros hiciesen el trabajo sucio. Se podía manchar las manos y lo demostró.


Después de ese final, este debía ser el año de la consolidación de Nucky Thompson al frente de Atlantic City, después de haberse deshecho de toda la competencia de la ciudad en el contrabando de licor. Sin embargo, como suele suceder en muchas tramas gangsteriles, los remordimientos por acabar con lo más parecido a un hijo que había tenido, el miedo a los fantasmas del pasado y la ilusión por un nuevo romance, le llevan en esta tercera temporada a querer alejarse del negocio y volver a su vida más honorable. Pero como hemos visto en multitud de películas y series, cuanto más empeño pones en salir de las arenas movedizas, más te acabas hundiendo en ellas.

En ese plan que todos los grandes Gangsters tienen para ir poco a poco separando su nombre de los negocios sucios (Recordemos a Michael Corleone en el Padrino III), Nucky reorganiza su negocio de contrabando de licor para mantenerse lo más ajeno posible, dejando a otros el trabajo sucio como solía hacer. El plan consiste en envíos más grandes y menos regulares a sus grandes asociados y que luego los pequeños se las apañen con éstos. Claro está, eso no convence a los peces más pequeños.


Ahí es cuando aparece Gyp Rosseti, el gran personaje de esta temporada interpretado por Bobby Cannavale. Un personaje con brotes psicóticos que cuando aparece en pantalla, la tensión sube a unos niveles pocas veces vistos en televisión. Con una fijación por Nucky Thompson y todo lo que posee que me recuerda a la que tenía Phil Leotardo con Tony Soprano. La escena donde se lleva el enorme escritorio de Nucky demuestra esa fijación que acabará con los planes del protagonista.

Eos planes fallidos de Nucky por volver a ser el hombre respetable al que todo el mundo saludaba y pedía favores se muestra perfectamente en esas escenas finales, que bien podrían ser un final de serie perfecto. Primero con Nucky intentando recuperar a Margareth (Kelly Macdnald) y luego paseando por el muelle de Atlantic City, mostrando su imagen de hombre respetable y mandamás de la ciudad. Para luego quitarse el clavel de su solapa (símbolo de su yo más publico), tirarlo al suelo y pisarlo como símbolo de la elección que le han hecho tomar. Gangster a jornada completa...


La temporada ha estado genial, para mí la mejor hasta la fecha, con muy buen ritmo y sin apenas capítulos de relleno. Con esas tramas que van tejiendo la soga para finalmente hacer el nudo en ese gran final de temporada. Quizás no tan impactante como el de la temporada anterior, pero con un gran significado sobre lo que podremos ver en las siguientes temporadas. Además me lo he pasado en grande con muchos de los personajes que ya conocíamos y que esta temporada han resurgido con gran fuerza.

Gillian Darmody (Gretchen Mol) ,fría como un tempano, buscando venganza por su hijo. Eli Thompson empezando desde cero la relación con su hermano tras su traición. Mickey Doyle y su forma de cortar la tensión con un chascarrillo. Al Capone destapándose una vez más como el personaje que llegará a ser. Gaston Means, el gran Stephen Root, y sus jugadas políticas, poco interesantes si no fuera por este actor y sus vocecita. O Arnold Rothstein y sus tácticas con múltiples giros, según sople el viento. Sin olvidarnos de Richard Harrow y Nelson Van Alden, dos grandes personajes que durante toda la temporada ha intentado conseguir un objetivo en su vida, dandose de morros nuevamente con la realidad de lo que son. Como Nucky.


Boardwalk es así, la quieres o la odias, pero sigue fiel a sus planteamientos. Juntar todas las piezas del puzzle en unos últimos capítulos llenos de tensión y sin un segundo de respiro. En eso, esta temporada me ha recordado a Sons Of Narchy o The Wire, dos series que hacen y hacían algo parecido, ir abriendo tramas y sacando personajes, para al final juntar todos los hilos argumentales en un plan magistral, que acaba por sacar al protagonista de todos sus problemas. Hasta que algún día no lo saquen...

En fin, que he disfrutado como nunca de Boardwalk Empire. Una serie que este año se ha superado, llena de tramas, matices, detalles y buenos persnajes. Una de las más grandes.

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