The Shadow Line y la BBC TWO vienen a refrendar esta forma de hacer series. Series cortas, de seis a ocho capítulos y una duración por capitulo de una hora más o menos. Sin necesidad de alargar las tramas con capítulos vacíos y manteniendo la tensión en todas y cada una de las entregas.
Así es The Shadow Line. La serie comienza cuando uno de los reyes del narcotrafico de Londres es asesinado pocas horas después de salir de prisión. Lo que parece un simple ajuste de cuentas entre bandas rivales se va complicando cuando entra en escena un detective del que todos creen que es corrupto, ya que en su ultima misión encubierta su compañero fue asesinado y el acabó con una bala alojada en el cerebro, cosa que le impide recordar nada sobre ese día.
A partir de esta premisa la serie se adentra en un oscuro mundo de corrupción policial y conspiraciones. Donde, sobre todo los policías involucrados rebasan a menudo la linea que les separa de la sombra, si no están ya inmersos en ella. La serie se mantiene en esa linea para ofrecernos unos capítulos con un gran suspense y con unos finales sorprendentes que te dejan con ganas de más. Para finalizar la serie de una forma que recuerda bastante al final de The Wire.
La ambientación y la forma en la que esta filmada, sobria y con la acción justa es uno de sus secretos. La música de la intro profundiza en ese suspense haciendo que todas las piezas encajen perfectamente. Y los diálogos mezclan ese vocabulario de calle que usa Guy Ritchie en sus películas mezclandolo con un lenguaje más sobrio y misterioso, algo que adelanta los cambios que van a producirse con el tiempo en ambos bandos.
La última cosa a destacar de esta serie son los tres actores protagonistas. Chiwetel Ejiofor (Serenity, American Gangster) en el papel de Jonah Gabriel, el policía amnésico encargado de la investigación. Christopher Ecclestone (Dr Who, Heroes) como Joseph Bede, uno de los tenientes del narco asesinado, que quiere dar un último golpe antes de retirarse. Y Stephen Rea (V de Vendetta, Juego de Lagrimas) en el papel de Gatehouse, el mejor personaje de la serie y el más enigmático de todos. Todos estos personajes reflejan perfectamente el espíritu de la serie, unos en la sombra, otros en la luz, pero la gran mayoría caminando sobre la cuerda que los delimita, acompañados por una serie de secundarios que están perfectos en sus papeles.
Una serie muy recomendable, que como Luther demuestra que no hacen falta muchos capítulos ni un gran presupuesto para contar una gran historia con todos los ingredientes del mejor cine negro y de suspense mezclado con la cuasi perfección con la que los británicos hacen este tipo de series.
Trailer The Shadow Line:
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