Después de los estrenos de la temporada pasada puedo contar con los dedos de una mano los estrenos que sigo viendo y me sobran dedos. Es por eso que con la nueva temporada, y ya vistos algunos estrenos, mis expectativas eran tan bajas que empezaba a ver Arrow pensando en que sería un bodrio más de superheroes y encima en The CW. Y puede que fuese por esas bajas expectativas y por no esperar nada de ella por lo que me está gustando la serie.
Arrow está basada en los cómics de Green Arrow, superhéroe de DC Cómics, y en todo ese mundo de villanos y héroes de esa factoría. Oliver Queen (Stephen Amell), hijo de un millonario dado por muerto tras un naufragio, es rescatado cinco años después llegando a su ciudad con un claro propósito. Librar a Starling City, a base de flechazos, de toda la basura que está corrompiendo la ciudad. Con la ayuda de una lista que su padre le dejó antes de morir y al estilo Batman, empezará a ajusticiar a todos aquellos que se están haciendo millonarios a costa del sufrimiento de los ciudadanos.
Se nota que los tiempos han cambiado desde que se estrenase, allá por 2001, Smallville. Arrow se nutre de las últimas películas de superhéroes, de películas de acción y de algunas series que hemos visto estos últimos años: Cogiendo cosas del Batman de Nolan en cuanto a lo oscuro y vengativo del personaje, alejado del que se muestra en los cómics. De las coreografías de películas de acción como el nuevo Bond o Bourne. Y de esas series misteriosas con tramas que enganchan y que a golpe de Cliffhanger te dejan con ganas de más.
La serie se muestra como un procedimental con el malo de la semana (Normalmente una estrella invitada), mezclándose con una trama general que tiene como punto de partida el naufragio del barco y la lista que le da su padre. Una buena mezcla que recurre a los Flashbacks para mostrarnos lo sucedido durante los cincos años de desaparición del protagonistas y todos los cambios tanto a nivel físico como psicológico que sufre el protagonista en una misteriosa Isla.
Tampoco podían faltar, como buena serie de CW, las tramas de amoríos, cuernos, tíos cachas y un poco de culebrón familiar. Pero en su justa medida, sin pasarse.
Arrow es una buena serie con una buena trama, visualmente muy efectiva y muy alejada de las series de superhéroes que hemos visto hasta ahora. Hasta parece mentira que sea de ese canal. De momento es su serie más vista y todo un éxito para la cadena.
Se nota que los tiempos han cambiado desde que se estrenase, allá por 2001, Smallville. Arrow se nutre de las últimas películas de superhéroes, de películas de acción y de algunas series que hemos visto estos últimos años: Cogiendo cosas del Batman de Nolan en cuanto a lo oscuro y vengativo del personaje, alejado del que se muestra en los cómics. De las coreografías de películas de acción como el nuevo Bond o Bourne. Y de esas series misteriosas con tramas que enganchan y que a golpe de Cliffhanger te dejan con ganas de más.
La serie se muestra como un procedimental con el malo de la semana (Normalmente una estrella invitada), mezclándose con una trama general que tiene como punto de partida el naufragio del barco y la lista que le da su padre. Una buena mezcla que recurre a los Flashbacks para mostrarnos lo sucedido durante los cincos años de desaparición del protagonistas y todos los cambios tanto a nivel físico como psicológico que sufre el protagonista en una misteriosa Isla.
Tampoco podían faltar, como buena serie de CW, las tramas de amoríos, cuernos, tíos cachas y un poco de culebrón familiar. Pero en su justa medida, sin pasarse.
Arrow es una buena serie con una buena trama, visualmente muy efectiva y muy alejada de las series de superhéroes que hemos visto hasta ahora. Hasta parece mentira que sea de ese canal. De momento es su serie más vista y todo un éxito para la cadena.
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