Si hay algo que odio, son esas series en las que el primero y los últimos capítulos sean los únicos que merezcan la pena y que el resto unicamente se sustente a base de Cliffhangers. El año pasado en el estreno de esta serie ni siquiera se cumplió la primera parte y solo de mitad de temporada hacia adelante me pareció aceptable, con unos capítulos finales buenos.
Algunos de los mayores problemas eran esas escenas familiares tan del gusto de Spielberg, lo odioso que resultaba el personaje de Noah Wyle (Profesor de historia), la falta de acción y ritmo y unos efectos especiales a base de cromas bastante malillos. Se pasaban los capítulos planeando ataques, huyendo y entre una cosa y la otra pocas más pasaba.
Con el inicio de la segunda temporada pensaba que la cosa había cambiado. El primer capítulo estaba lleno de acción, buenos efectos y un gran ritmo. Además la aparición de Noah Wyle, el relato de su viaje y lo sucedido en la nave nodriza extraterrestre daba pie al misterio y a esas tramas más oscuras. La cosa prometía, pero luego llegó el segundo capitulo y volvieron las tramas familiares, las ñoñerias varias y los personajes odiosos e insulsos. Regresando a esos capítulos donde sólo los cinco últimos minutos merecen la pena. Ni siquiera las hostilidades en el seno de la resistencia entre Pope (Collin Cunningham), su grupo y el resto de protagonistas merece la pena.
Y así llegamos al tercer capítulo y en este pasa algo que me dejó alucinado. En el inicio del capítulo vemos como la resistencia está patrullando los alrededores del aeródromo donde están acampados, cazando Skitters. Vamos que los bichos están acechando y de repente aparece una avioneta de la nada con una piloto que les lleva ordenes del recién formado gobierno en Charleston, para que se unan a ellos. Algo increíble, pero que luego, pensando, me hace ver por donde puede ir la serie y más después de la conversación que tiene el personaje de Noah Wyle con el "Contrahecho" líder de los marcianos. Será Charlestone una nueva "Nueva Caprica"?
En fin, que el inicio de la serie prometía mucho y de momento se está evaporando en los mismo problemas que el inicio de la primera temporada. Y si mi teoría de que ese gobierno de Charlestone, es el campo de concentración del que se hablaba en los fashbacks febriles del protagonista, sería una gran decepción, aunque el presidente sea el propio Terry O'Quinn. Porque eso ya lo hemos visto y es imposible que esta serie pueda mejorarlo.
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