Una vez acostumbrado al nuevo rumbo que tomó la serie tras la primera temporada. Resultante de la unión de Sky y Cinemax para producirla, uno ya mira la serie como lo que es: una buena serie de acción y puro entretenimiento con algún toque dramático y de suspense. El inició de la segunda temporada me pareció una serie tan diferente a la primera que la critiqué bastante. Pero una vez pasado ese primer encontronazo y ya sin prejuicios la serie se deja ver muy bien.
La Tercera Temporada de Strike Back se desarrolla casi por completo en África. La sección 20 va tras unos detonadores nucleares del gobierno que han sido robados y que se están vendiendo en el mercado negro de Somalía al mejor postor. Un buen inicio para la nueva temporada, muy al estilo Black Hawk Derribado, que sin embargo me ha parecido peor, en general, que la anterior.
La serie ha perdido esa forma que tenía de dividir la temporada en parejas de capítulos. Con subtramas dentro de la trama general, que nos hacia un recorrido por varios países. Un sello que tenia desde la primera temporada y que en ésta solo sucede al inicio y es algo que se echa en falta. La hacía más dinámica y con más giros en las tramas.
Como consecuencia de lo anterior, nos encontramos que sus famosas apariciones de secundarios de lujo se ha limitado a un solo enemigo principal y un par de secuaces de segundo orden. Eso sí el malo malísimo es Charles Dance, Tywin Lannister en Game Of Thrones. Recordemos que en las dos anteriores temporadas habiamos visto pasar a Jimi Mistry, Liam Cunningham, Andrew Lincoln, Even Bremner (Trainspotting), Adewale Akinnuoye-Agbaje (Lost), Alexander Siddig (24), Eamonn Walker (Chicago Fire) o Iain Glenn (Game Of Thrones). Actores que daban la talla en la parte interpretativa y que suplían las carencias en ésta parte de Philip Winchester y Sullivan Stapleton en la segunda temporada.
También se ha perdido el suspense que tenían las otras temporadas. Con menos giros de guión y unas tramas más planas. Strike Back ha pasado en esta temporada a la acción pura y dura.
En el lado positivo encontramos una serie más madura, más dramática, con el punto justo de comedia para romper la tensión de algunos momentos. Unos protagonistas a los que se les ve el alma más que nunca. Se les ve sufrir, sentir, llorar y eso los hace más humanos y no simples maquinas de matar.
En esta parte positiva también encontramos nuevos miembros de la sección 20 que hacen que los dos protagonistas no parezcan superhéroes. Entre ellos Rhona Mitra, una actriz que se desenvuelve bien en la acción y justita en la interpretación.
Puro entretenimiento y acción para pasar un buen rato sin mucho que pensar y que cada vez se aleja más de la temporada protagonizada por Richard Armitage.
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